Tremarctos ornatus
el único oso de américa del sur
En el mundo existen 8 especies de oso y, tristemente, todas están dentro de alguna categoría de amenaza a la extinción (1). De las 8 que pertenecen a esta familia, Ursidae, sólo una habita en Suramérica: Tremarctos ornatus. Esta maravillosa especie conocida como Oso de Anteojos, Oso Andino, Oso frontino, en inglés Andean Bear o Spectacled Bear, no sólo es especial por ser única (y bella) sino que además es una importante preservadora de páramos y bosques.
Habita en Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú (1). Desafortunadamente, su Estado de Conservación está categorizado como Vulnerable (VU), según la Lista Roja de la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) (2).
En Colombia, se le puede encontrar en las tres cordilleras, sin embargo, sus poblaciones están fragmentadas, como ya te contaremos más adelante (1).
Oso sombrilla y jardinero de los páramos
El oso andino habita en bosques andinos, bosques de niebla y páramos (3). En su importante trabajo como jardinero, dispersa semillas (3) que luego germinarán y crecerán; es decir, a medida que se alimenta y se traslada, va dejando semillas en el suelo a su paso ayudando así con la conservación de los bosques.
Esto también lo hacen otros animales, como los primates y las aves; otra razón por la cual es importante su conservación: contribuyen al equilibrio. Por eso al Oso de Anteojos se le considera una especie sombrilla: al protegerla a ella se protegen también otras especies que comparten su hábitat.
Particularidades de ser un Oso Andino
Su pelaje es negro y grueso, sus manchas blanco-amarillentas alrededor del hocico y el pecho son únicas en cada individuo, como una huella digital (1). Esta especie tiene dimorfismo sexual: los machos son más grandes que las hembras y, por lo tanto, más pesados (1). En redes ya te hemos contado acerca de esta característica que también está presente en algunas aves, sin embargo, en ellas suele haber diferencias muy marcadas en el plumaje, teniendo los machos colores muy vistosos (¡eso es mucha belleza!) para atraer a las hembras.
Este oso es de hábitos diurnos, con muy buen sentido del olfato y el oído, pero regular visión (1). Y es tan bueno su sentido del olfato que es 500 veces más potente que el de un perro (¡¿Qué qué?!) (1). Pues, para hacerse una idea, los perros, dependiendo de la raza, tienen entre 150.000 y 300.000 millones de células olfativas y nosotros sólo 5 millones. Y eso se traduce en que ellos pueden reconocer hasta un millón de olores diferentes y otras cosas asombrosas como rastros de olor de 48 horas atrás, enfermedades como el cáncer y ataques epilépticos (4). Así que este oso tiene un olfato muy potente que creo que los humanos no quisiéramos tener.
Y ¿Qué come?
Su dieta es más bien diversa, entre vegetales y proteína (hay que aprender del oso). Come (poco) animales como roedores, insectos, venados, raramente animales domésticos (usualmente carroña) y a veces ataca animales vivos. Principalmente come frutos de distintos tipos, fibras de palmas, médulas de bromelias y cañas de chusque (1).
Ahora, la parte triste, ¿Por qué está en peligro?
Bueno, la triste historia es que la actividad y expansión humana amenazan los hábitats y, por lo tanto, la supervivencia de la biodiversidad. El Oso Andino está en peligro por la pérdida y fragmentación de su hábitat, la cacería (3), la expansión de la agricultura y la ganadería (1).
Sus poblaciones, entonces, están fragmentadas, Y ¿Qué quiere decir fragmentadas? Que están alejadas las unas de las otras, debido a la deforestación.
Por ejemplo, imagínate un bosque muyyy grande en el que viven varios osos y, de pronto, talan muchos árboles y en vez de un bosque grande quedan dos bosques pequeños separados el uno del otro. Y unos osos quedan a un lado del bosque “pelado” y otros quedan al otro lado, incomunicados, por así decirlo. Esto hace que sea más difícil para ellos reproducirse, alimentarse y desplazarse.
En nuestro país, Colombia, además contamos con que la expansión de la frontera agrícola trae presiones como la cacería, ganadería, minería, tala de árboles para leña o construcción, incendios, vías, viviendas, obras, etc. (1). Así que se reduce el hábitat disponible para el oso y, para rematar, a veces este y otros animales silvestres son cazados como represalia por comerse animales domésticos o de corral.
¿Qué podemos hacer?
En esta frustrante historia, nos queda esta pregunta que parece difícil de responder. En El Oso Andino Guardián de los Bosques (2016) (1) nos proponen algunas acciones y una, entre varias, reflexión importante:
A pesar de que muchas veces en nuestra vida diaria nos sentimos independientes y aislados de nuestra naturaleza, día a día dependemos de los múltiples servicios que provee la biodiversidad: desde el aire que respiramos, la polinización de majestuosas plantas como las orquídeas, el reciclaje de nutrientes de nuestros productos agrícolas, el control de plagas hasta la regulación hídrica y por ende la provisión de agua para nuestras actividades diarias, incluyendo nuestra propia sobrevivencia; todos estos bienes y servicios de la biodiversidad, muchas veces imperceptibles y subvalorados, dependen de ecosistemas sanos y en buen estado de conservación. (Rodríguez et al., 2016, p.47.)
Acciones individuales (1) que podemos considerar:
- Ser voceros de la biodiversidad, interceder en su protección, teniendo en cuenta que ella no tiene voz.
- Conocer nuestra diversidad y transmitir este conocimiento a los niños y jóvenes.
- Rechazar la cacería, instar a erradicarla aprendiendo a convivir con la fauna silvestre.
- Actuar pensando en el efecto de cada una de las acciones que realizamos.
- Exigir a los gobiernos que protejan al oso y su hábitat.
- Formar grupos ambientales para mejorar las condiciones de la biodiversidad.
- No usar químicos en los suelos ni quemar bosques para crear sabanas de pastoreo.
- Promover el respeto por la naturaleza en nuestro entorno cercano.
Acciones en nuestras fincas (1):
- Evitar que los animales domésticos deambulen por los bosques y así evitar accidentes.
- No cazar al oso: esa no es la solución (ni a otros animales silvestres).
- Conocer los canales para comunicarse con las entidades encargadas de manejar la fauna silvestre.
- Eliminar el consumo de carne silvestre.
Y nosotros agregaríamos:
- Restaurar los bosques o potreros que hayan en las fincas, asesorados por entidades como el Instituto Humboldt que tienen programas y viveros para enseñar a los ciudadanos qué especies de plantas son mejores para cada territorio y para las especies que allí habitan.
Es importante entender que la fauna y la flora estaba en los territorios antes que nosotros. Los invasores somos nosotros y es nuestro deber velar por su cuidado.
Conocer, querer y cuidar. Un compromiso con nosotros y con la biodiversidad.
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Referencias
- Rodríguez, S., Reyes, L., Rodríguez, C., González-Maya, JF & Vela-Vargas I. (2016). El oso andino el guardián de los bosques. Gobernación de Cundinamarca Parque Jaime Duque. pp.58.
- IUCN 2023. The IUCN Red List of Threatened Species. Version 2022-2. https://www.iucnredlist.org
- Cristian A. Cruz-Rodrígueza , Adriana Reyesb, Ángela Parra-Romeroc , Carlos H. Cáceres-Martínezd, Daniel Rodríguezb, Diego J. Lizcanoe , Diego Zárrate-Charryf, Héctor Restrepog , Edgar Ignacio Gómezh, Irene AconchaAbrilc , Mauricio Vela-Vargasi , José F. González-Mayaf , Laura Nova Leóna , María Helena Olaya-Rodrígueza , Nicolás Reyes-Amayaa, Paola Pulido Santacruza, Robert Márquezj, Elkin A. Noguera-Urbanoa (2020). El Oso andino. Impactos de las Acciones Humanas sobre su distribución. http://reporte.humboldt.org.co/biodiversidad/2020/cap2/205/#seccion1
- Rodríguez, Héctor. (13 de marzo de 2023). El hocico de los perros, un laboratorio químico vivo. National Geographic. https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/hocico-perros-laboratorio-quimico-vivo_18887